martes, 9 de septiembre de 2008

Diario de Viaje 12: Ucrania



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DIA 34: “Ucrania y el Acorazado Potemkin”.
Odessa - KIEV. 500 kms.



El día amaneció y la moto seguía donde la dejé. A pie por el casco urbano me dispuse a explorar Odessa con las primeras luces de la mañana.

Parque Central. Stadstuin.



Ópera y ballet Theatre.



Museo arqueológico. Estatua de Laoconte.



La ópera desde la calle Lanzeronovskaya.



La Duma, y el cañón de la fragata Tiger.



Estatua de Ekaterina II.



Edificio curioso, también en la Plaza Ekaterinskaya, que con sus antenas asemeja un barco velero.



Las llamadas Escaleras Potenkim, protagonistas en la película El Acorazado Potemkin de Sergei Eisestein. Tienen 192 escalones y en lo alto está el monumento al Duque de Richelieu.





Abajo la terminal de pasajeros del puerto y el Hotel Odesa al fondo.



Los cosacos zaristas disparan a la muchedumbre en lo alto de la escalinata, y entre ella a una madre que al caer muerta deja ir el cochecito del bebé que se precipita escaleras abajo en un de las escenas más famosas de la filmografía mundial, homenajeada luego en muchas otras películas (ej: Los intocables de Elliot Ness). Aquí la escena completa (y demasiado larga):
http://www.weshow.com/es/p/4413/el_acorazado_potemkin_las_escaleras

Aquí un collage de instantáneas.



Salgo de Odessa dirección Kiev por una carretera toda recta y casi sin controles de velocidad a tenor de los misiles que me pasaban a todo trapo. Por mi parte tuve que hacer varias paradas en el arcén porque la madre naturaleza me llamaba con urgencia para expulsar de mi cuerpo los nervios de la tarde anterior en Transnistria.

Esto es lo que debe sentirse cuando todos te dan la espalda…




Y esto es lo que debe verse desde la última fila de un concierto…



¡Súper!




Llegué a Kiev y me costó un poco orientarme. Aunque tenía la tranquilidad de haber reservado alojamiento en un hostal, encontrarlo no fue sencillo.

Mausoleo soviético a no se que mártires a la entrada de Kiev.



La Madre Ucrania.



Ya instalado, pasé la tarde dando vueltas a pie por la capital ucraniana, bastante occidental y agradable. Al igual que pasa en Rusia, el nivel de vida en Ucrania es muy elevado a tenor de los coches lujosos que se ven por todos lados (Lexus sobretodo).

Teatro de la Ópera.



La llamada Kiev Golden Gate (puerta de oro).




Independent Square (Maidan Nezalezhnosty) el ombligo de Kiev (y centro del mundo por unos instantes durante la llamada Revolución Naranja), y su monumento a Ucrania.













Coexistencia de lo práctico (edificio Parus o "Torre Marinera") y lo místico.



Es lo que hay.



La moto durmió otra vez más en la acera de la calle, pero para mi seguridad la aparqué delante de un hotel de lujo cercano con servicio de vigilancia “24h”.
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DIA 35: “Lviv, una agradable sorpresa”. Kiev - LVIV - BUDAPEST (HUNGRIA). 1200 kms.



Iba a ser un día muy largo y conseguí levantarme con el sol.

Me di otra vuelta por Kiev para disfrutar de la falta total de tráfico a esas horas.

Catedral de Santa Sofia y su enorme campanario.





Monasterio de San Miguel de las cúpulas doradas.



Todavía no son las 6 de la mañana y ya estoy patéandome Kiev.



Detalle de las cúpulas de San Miguel.



Plaza de la Independencia, “toa pa mi”.



Monumento a los fundadores (Primakov park)



Y me dirigí sin demasiados problemas hacia Lviv, una ciudad que para mi era sólo de paso, pero que iba a ser una parada deliciosa.

Con un cielo precioso como éste cualquier objetivo, por humilde que sea, te hace un buen cuadro.



Y pensar que a unos pocos kilómetros de aquí está la Central Nuclear de Chernobyl que sembró media Europa de contaminación radioactiva...
Aquí estoy mismamente.



En una jornada de 1200 kms. quería hacer sólo una pequeña parada en esa ciudad para comer y curiosear un poco, pero la verdad es que al final estuve varias horas disfrutando de su centro urbano muy bonito, yo diría una mezcla muy acertada de ciudad con carácter ucraniano pero con claras influencias tanto checas (Stare Miasto de Praga), como polacas (Rynek Glowny de Krakow, por ejemplo). No en vano he podido saber después que su Centro Histórico (Aviv) es Patrimonio de la Unesco.

Iglesia Uspenska (de la Asunción).



Monumento a Ivanovic Fedorov, un eminente profesor de física. En su plaza hay un mercadillo de libros antiguos.



¡Ei!



Rynok Square el centro del Centro. Ayuntamiento.



La fuente de Diana.





La fuente de Neptuno.



La capilla de la familia Boim que ofrece la vista de figuras extraordinarias (lo digo por las tallas de piedra, no por la rubia de los pantalones rasgados…)



Monumento a Taras Shevchenko.



Mujer paseando a un enorme cerdo.



Teatro de la Ópera y el Ballet y ucranianas en remojo.



Monumento a los héroes de la patria o algo parecido.



Detalles 1: apiolamiento salvaje.



Detalles 2: Escudo soviético. C.C.C.P., hasta éste viaje, no me habia dado cuenta que en realidad es S.S.S.R. en cirílico, es decir Soyuz Soviétskij Socialistíchieskij Respúblik (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas).



Detalles 3: Mucho abrazo y toqueteo veo yo para tanto músculo…jajaja.



A media tarde empiezo a cabalgar en dirección a la frontera ucraniana, a la que llego y traspaso sin problemas en el primer control e igualmente en el segundo. Voy avanzando buscando la frontera húngara (a veces entre ambas fronteras hay varios kilómetros) y no la encuentro por más rato que conduzco… hasta que me doy cuenta que el segundo control que he pasado no debía ser ucraniano sino húngaro. ¡He entrado en Hungría sin darme ni cuenta… ¡ya me vale la tontería!

Entrar en territorio magiar, volver a seguir indicaciones en nuestro alfabeto ya hasta el final y recorrer a partir de ahora países que ya conozco y que están incluidos en la carta verde o en los protocolos de repatriación de los seguros, significaba para mi que la aventura se había ya finalizado, y que simplemente quedaba llegar hasta casa con la única excepción de la parada en San Marino. Tan falto de adrenalina me encontraba que no quise comprar “la vignete” (tasa de las autopistas), para darle así un poco de emoción al paso por Hungría y mantenerme despierto y alerta a los controles.

La puesta de sol me pilló así en las monótonas carreteras húngaras flanqueadas por filas interminables de árboles.








Siempre me han fascinado las plantaciones de árboles y su exactitud geométrica, es algo natural pero artificial a la vez, ¿no?





Ya de noche y por autopista llegué a Budapest (muchos años después de la última vez), a tiempo de pasear un rato por la zona peatonal, cambiar algo de moneda y celebrar en una hamburguesería yanquee mi vuelta al mundo occidental.

Chain Bridge, es decir el Puente de las Cadenas que une Buda y Pest.



Detalle de uno de los leones.


Castillo de Buda.

Me había propuesto ir tirando y dormir en cualquier área de servicio de la autopista, o sea que me fui de Budapest en dirección Croacia y en la primera área caí rendido en el césped después de más de 1200 kms. de cabalgada desde Kiev.

Aquí, echado en el césped sobre mi chaqueta, es exactamente donde dormí algunas horas junto a la moto en el área de la autopista.

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