sábado, 20 de septiembre de 2008

I - PROLOGO


“.. Y viendo la inmensidad de sus dominios, Alejandro lloró porque ya no había más imperios que conquistar …”



Ruta Completa (todas las fotografías del Blog son ampliables).



A- Agradecimientos:

De bien nacidos es ser agradecidos y en ésta ocasión quiero tener antes de nada unas palabras de reconocimiento a quienes han colaborado en ésta aventura.

Principalmente y por mérito propio tengo que agradecer a Nuri por haberme permitido, haber aguantado y haber ayudado lo que desde luego muchas otras parejas no hubieran permitido, aguantado o ayudado. Eso de ser “motera consorte”, y tenerte que quedar en casa con la prole mientras te abandonan circulando en solitario más de un mes por países raros y encima se quedan incomunicados al perder el teléfono, no puede ser ni es sencillo. Gracias de corazón.

Y gracias también a los múltiples amigos que han estado siguiendo casi en directo vía internet mis andanzas, dando ánimos y haciéndome reír sólo en algún ciber-café en cualquier ciudad remota; y en especial al hermano Grego que ha hecho de enlace con la civilización, publicando las fotos o los mensajes que iba mandando a pesar de quedarse otra vez con las ganas locas de acompañarme.

Respecto a las colaboraciones que he recibido para el viaje, quiero destacar muy mucho a PNEUMATICS GUZMAN de la calle Prudenci Comellas , 38 de Manresa,
(http://www.manresaportal.com/guzman/index.html), que no sólo consiguió que NEUMATICOS METZELER me cediera un juego de neumáticos trail METZELER TOURANCE (perfectos para este viaje) sino que al final los propios hermanos Guzmán sufragaron el gasto y el montaje del segundo juego de neumáticos. Hay que reconocer que aparte de ser excelentes profesionales con precios imbatibles, además son una empresa por cuyas venas corre la gasolina y que colaboran en múltiples eventos deportivos de importancia. Muy recomendables. Muchas gracias también.





Agradecer también al concesionario BMW SCRATCH de Terrasa (Avda. Angel Sallent, 198), por haberme gestionado eficientemente la garantía de mis llantas antes de partir.

Por otro lado, nunca antes había buscado colaboraciones para un viaje mío y desde luego no lo he hecho ésta primera vez con mucho ahínco ni eficiencia, pero si que me hubiera gustado, por ejemplo, pasear el nombre de mi ciudad por medio mundo, como en otras ocasiones he visto reportajes de compañeros viajeros esponsorizados por sus Ayuntamientos. A pesar de proponerlo, y de que me fue deseada muy buena suerte (eso si), el proyecto no pudo contar con ninguna clase de apoyo económico del Consistorio de mi ciudad. Una lástima, aunque espero que tal vez en otra ocasión las cosas puedan ser diferentes.


B- Introducción:

(Tostón prescindible)

Un viaje siempre es una invitación al descubrimiento no ya sólo de lugares remotos e ignorados, sino más propiamente y en profundidad de uno mismo (“gnothi seauton” - conócete a ti mismo - decían los clásicos). Tal es en definitiva el bagaje principal que se adquiere a medida que el camino nos aleja de nuestra casa, de nuestras gentes, de nuestros iconos culturales, de nuestra manera de hablar, de escribir, de comunicarnos, de comer, ..., de vivir en suma. La capacidad de sorprendernos en principio, de comprender ya más en profundidad, y a la postre de adaptarnos a la diferencia, es aquello que nos permite definir y crecer en conocimiento y experiencia.

Ese es pues el verdadero y valioso equipaje que el viajero trae consigo, junto a las múltiples fotografías que han intentado de manera siempre inútil captar las sensaciones que nos produce cada nuevo momento del viaje: ese hormigueo en el estómago, ese iris absolutamente dilatado, esa boca que queda entreabierta cuando elevamos la mirada para abastar algo extraordinario, esa sonrisa infantil que queda en los labios al alcanzar la plenitud ante un paisaje inenarrable. Todo ello es patrimonio exclusivo del viajero y es del todo imposible de transmitir luego a terceros, pues para experimentarlo no hay otra vía que vivirlo personalmente.



Podré pues mostrar fotografías o vídeos hasta aburrir probablemente, y podré intentar definir con más o menos acierto las circunstancias que se produjeron en cada episodio o vivencia del viaje, pero lo cierto es que desgraciadamente no lograré transmitir aquellas sensaciones, aquellos sentimientos de alegría, de satisfacción, de pasión, de orgullo, de miedo o de agotamiento que han supuesto para mi este extenso y intenso viaje hacía mis propios límites. Sea como fuere pues, y advertidos de antemano de dicha segura carencia, allá irá ésta modesta crónica.

Sobre la cuestión de por qué embarcarse solo en un viaje de éstas características, todo lo que se pueda decir sobre el peligro, la inconveniencia e incluso la locura que implica ya me fue revelado de manera insistente y pormenorizada antes de emprender viaje por familia, amigos y conocidos. Si en alguna ocasión os encontráis en dicho brete, escuchad los argumentos y reflexionad al respecto de manera íntima y sincera, y si después os quedan dudas, abortad la misión y cambiad la filosofía del viaje porque aquello que se necesita en una aventura así es claramente una determinación sin fisuras. En mi caso, cuento ya con determinada experiencia tanto en viajes en general como en salidas en solitario al extranjero con o sin la moto (no en vano antes de emprender éste viaje ya había visitado más de 40 países), por lo que decidí tirar adelante tanto si me acompañaba algún amigo como si finalmente no era posible como así sucedió. A pesar de ésta experiencia previa y clara determinación, debo reconocer con sonrojo que en algunos momentos del viaje he pecado sin duda de pardillo bisoño.

Viajar solo tiene en contra evidentemente la incertidumbre de no poder contar con nadie si las cosas van mal o uno se lastima; de no poder consultar las decisiones a tomar sobre el camino correcto, para encontrar alojamiento, etc.; de no poder compartir la carga del equipaje, especialmente las herramientas; y sobretodo, lo que yo echo más en falta es el poder comentar y compartir las cosas espectaculares o bellas que uno va encontrando a su paso, o reírse de las circunstancias graciosas que siempre aparecen. A favor, tiene claramente una velocidad de decisión y actuación insuperable que te permite, por ejemplo, aprovechar que uno se ha despertado sin querer a las 4 de la mañana, para desmontar el chiringuito y seguir camino sin más trámite. Y a favor también, que esa soledad y esa necesidad de comunicarse te permite conocer a mucha gente que de otra manera seguro no conocerías, gente que se interesa por ti, por tu viaje, y que practican la hospitalidad islámica y que te invitan a comer, a dormir o incluso a ducharse en su casa como a mi me ha pasado.



C- Cuestiones Geopolíticas: La zona a visitar tiene diversas circunstancias políticas que conviene conocer previamente y que hacen “delicado” éste viaje en algunos momentos.

Serbia:
En Serbia, al paso por la zona próxima a Kosovo, mejor evitar éste tema de conversación desde la reciente independización de ésta exprovincia que provocó algunos disturbios.

Turquía:
La frontera entre Turquía y Armenia permanece cerrada por sus diferencias cuanto al tema del genocidio armenio a manos de los turcos que éstos no reconocen. No es conveniente acercarse a los pasos fronterizos próximos al Monte Ararat. Hay que subir por Georgia para entrar a Armenia.

En el Sureste, es especialmente delicada la situación en el Kurdistán turco, ya que el partido independentista del Kurdistán (PKK) tiene una actividad terrorista bastante notable en los últimos tiempos, con varios atentados al año no sólo en ésta zona sino incluso en el mismo Estambul, como sucedió cuando yo andaba por el país. La zona está tomada por el ejército y hay múltiples controles.

Como resulta meridiano, hay que evitar acercarse a la frontera turca con Irak, ya que la guerra en dicho país implica también incursiones y escaramuzas fronterizas.

Armenia:
La frontera entre Armenia y Azerbaiján permanece también cerrada debido al conflicto de Nagorno-Karaback (porción azerí en manos de pro-armenios, que equilibra la balanza con la parte de Nachikeván que es al revés, una parte de Azerbaiján aislada en suelo Armenio). No acercarse a Nagorno-Karabach, ya que tener un visado de ésta provincia es motivo para denegar el paso a Azerbaiján. Habrá que pasar también por Georgia pues.

Georgia:
Georgia es quien tiene mejor relación con todos sus vecinos del Sur, es prooccidental y además no exige visado a los europeos, pero tiene una situación política muy inestable como desgraciadamente se acaba de demostrar con la actual guerra. En la entrada por el Mar Negro habrá que acceder por la república de Ajaria (Batumi), zona de momento estable. Más al Norte está la zona independentista de Abdjacia, que al parecer está casi fuera del control georgiano. Mejor no acercarse. Al norte de Georgia está la zona de Osetia del Sur que se quiere incorporar a Rusia (a la región de Osetia del Norte) y estaba muy poco controlada por el ejército georgiano (ahora ya está ocupada por el ruso). Hay peligro real de raptos de occidentales por los insurgentes osetios. Más al Este, Georgia limita con la región rusa de Chechenia, absolutamente inestable y plagada de guerrilleros, y a su lado las regiones rusas de Ingusetia y Daguestán también se han contagiado de la posibilidad de secuestros y otros peligros. Conclusión: hay que evitar a toda costa el Norte, y en general toda la frontera con Rusia (esto hace casi inviable dar la vuelta entera al Mar Negro sin ferry como planeé hace dos años).

Irán:
En Irán, en la zona Oeste hay que evitar las provincias próximas a la frontera con Iraq, ya que al parecer la frontera no es estanca y suelen haber muchas incursiones de guerrilleros.

En la zona del Kurdistán Iraní también se reproducen los mismos problemas que en Turquía. Tener cuidado en la provincia de Kermanshah al ser feudo kurdistaní.

En la zona Este, hay que evitar acercarse a la frontera Afgana, ya que el país sigue en guerra y son constantes las incursiones de los talibanes, y también aunque menos con la frontera Pakistaní, ya que hay mucha actividad terrorista últimamente en el país, muy inestable políticamente.



Siria:
Evitar la zona próxima a la frontera con Irak, lógicamente.
La zona de los Altos del Golán disputada con Israel no es en absoluto recomendable.
No acercarse en general en Siria a todo lo que sean bases militares, líneas fronterizas, etc., y menos con una cámara en la mano.

Líbano:
En el Norte tener cuidado en Trípoli, lugar de varios recientes atentados y donde hace un par de meses estuvo a punto de estallar de nuevo la guerra civil libanesa.

Beirut es lugar de atentados frecuentes.

En el Sur mejor evitar la zona fronteriza con Israel, siempre conflictiva y tomada por la fuerzas de pacificación internacionales.

Palestina y Israel (que no se visitan ésta vez):
Aparte de su especial situación política, hay que tener en cuenta que si se ha de volver por Siria no se puede haber entrado en ninguno de dichos países ni tener sello en el pasaporte. Dicen que se puede evitar el sello al ponerlo en una hoja aparte, pero esa trampa no parece viable si se viaja en vehículo ya que supongo que no se puede evitar el sello de salida y reentrada jordana en los papeles de la moto (Carnet de Passage), y aparte está por ver si se puede entrar con la moto propia en Israel (cosa que no supieron contestarme en la embajada Israelí en España).
Quedan para otra ocasión.

Esta es pues en general la situación geopolítica que no ha impedido, pero si ha condicionado lógicamente, la ruta escogida para éste viaje.


D- Prolegómenos del viaje:

1- Preparación previa:

Uno puede coger los bártulos y echarse a la carretera y probablemente la aventura que derive de ello será de lo más gratificante, pero cuando los principales valores de la ecuación por su escasez son el tiempo y el dinero, resulta imprescindible una previa preparación que será más o menos extensa ya en relación directa con el carácter previsor de quien acometa el viaje. En mi caso concreto, la preparación de los viajes suele ser más de un 60% de los mismos, ya que la utilización de las nuevas tecnologías, en especial de internet, hace posible la previsión exacta de miles de aspectos como las reservas de alojamientos, horarios de atracciones o de medios de transporte, trámites administrativos necesarios, obtención de mapas y planos, y conocimiento previo de los lugares que merece la pena conocer en nuestro itinerario. He podido comprobar en otras ocasiones que hoy día un viaje por Europa puede acometerse con una previsión y anticipación extraordinaria, sin margen de error o sorpresa; pero a medida que nos acercamos y traspasamos el límite de Europa occidental, las posibilidades de previsión van decreciendo, y cuanto más allá nos desplazamos acaban siendo inexistentes en parte. En definitiva y por ejemplo, puedo precisar que de las 37 noches que han ocupado este viaje sólo tenía reserva de alojamiento para la segunda, el resto se han decidido sobre la marcha necesariamente, en muchas ocasiones sin tan sólo una triste lista de alojamientos posibles, dado que a menudo las etapas no han seguido las previsiones que yo había preestablecido sentado tranquilamente delante del ordenador. A pesar de ello, la preparación de éste viaje ha ocupado con diferente intensidad prácticamente un año, y ello no obstante tuve claramente la sensación de haberme quedado bastante corto, en especial por lo que respecta a la obtención y calibración de mapas de las ciudades y a la lista de alojamientos posibles a la que antes aludía, y a pesar que la prioridad económica siempre era la de intentar acampar con la pequeña tienda que forma parte del equipaje.



Concretando un poco diré que lo primero fue coger el mapa y ver hasta dónde y por dónde, extremos que suelen depender del tiempo del que se dispone y de los kilómetros que pueden hacerse con él, de los trámites administrativos que serán necesarios, y del gasto que ambas cosas significa. Esta fue pues la primera prioridad, buscar información de cada país y de los trámites que exige, en especial Visados y documentación requerida para el paso del vehículo por sus fronteras sin que tal cosa signifique una importación definitiva sujeta a impuesto. Una página de especial utilidad es la del Ministerio de Asuntos Exteriores (mae.es). Para los adictos a los GPS, recordar que no hay navegadores propiamente dichos que tengan datos para más allá de Eslovenia o tal vez Croacia por el momento, pero sí en cambio GPS con datos de cartografía básica en su mapa base pregrabado. Para calcular los kilómetros de las etapas, hasta Turquía se puede llegar a hacer con “viamichelin.com” (sólo parte occidental de Turquía), y hasta con los mapas que encontramos en internet; pero más allá, al final seguro que acabaremos comprando un mapa especializado, por lo que aconsejo anticiparse y comprarlo ya de entrada y ahorrar así mucho tiempo. De utilidad probada son los alemanes del “Reise Know How”, que son plastificados para aguantar muy bien la humedad, y los datos son “bastante” fiables, aunque podría escribir una enciclopedia al respecto ...

2- Trámites:

Lo más importante es la obtención de los visados, ya que aparte de la tranquilidad que da y el tiempo que ahorra, en algunas fronteras se deniega el visado a los nacionales que podrían haberlo obtenido en la embajada establecida en su país. Conviene ponerse en contacto con las embajadas ya sea telefónica como tal vez personalmente para conocer todo lo necesario, tiempo de los trámites, costos, etc. Desgraciadamente, en primer lugar algún visado como el de Armenia no se puede obtener directamente en España al carecer de embajada, y en segundo lugar en general todos ellos han de solicitarse poco antes de irse, con lo que hay que programar muy bien el orden a seguir para que todos lleguen a tiempo. En mi caso el orden fue el siguiente: Azerbaiján, Irán, Siria, Líbano y Jordania. Finalmente el de Armenia pude hacerlo sin problemas en la frontera terrestre con Georgia, y el de Turquía en realidad funciona no como un visado sino como un sello de tasa de entrada que se compra sin más en la misma frontera cada vez que se entra (y yo entré tres veces ...). En todo el viaje no hacen falta más visados a ciudadanos españoles que los mencionados.



El otro trámite imprescindible y de costo considerable es la obtención del Carnet de Passage para el vehículo. El trámite completo no lleva más de unos días, pero al implicar avales bancarios, escrituras notariales, etc., es mejor tenerlo todo ya preparado. Es necesario en este viaje en principio para Irán, Siria, Jordania, Líbano y no me quedó muy claro si para Azerbaiján (se puede hacer un visado de tránsito). En algunos de estos países se puede pasar pagando el impuesto de importación temporal a cada entrada, pero no sale económicamente rentable.



3- Dinero:

En mi caso la única moneda que adquirí con anterioridad a la partida fueron los U.S. Dollar; el resto de monedas (y son muchas) sobre la marcha en fronteras, bancos, oficinas de cambio, cambistas de calle y aeropuertos. Hay que precisar que hoy en día se puede ir a golpe de tarjeta de crédito Visa (no de débito), hasta Turquía incluida, tanto en lo que respecta a la gasolina, como los peajes, como imagino en los hoteles o restaurantes de cierta importancia que yo no frecuento. A partir de ahí se puede circular a veces con Euros en la zona europea, y con dólares en la zona de oriente, al menos para encontrar cambio fácilmente a la moneda local, o para conseguir que en un hotel se acepten como pago. Hasta Turquía occidental incluida puede conseguirse con algo de esfuerzo colocar directamente los euros al pagar incluso pequeñas compras ( y en las partes turísticas costeras de Turquía se usa como moneda usual). Pero hay algunos países como Jordania o Irán en los que va a resultar muy difícil pagar con nada que no sea la moneda propia (aunque una vez más supongo que en grandes hoteles o restaurantes no deben existir tales problemas).
Un consejo muy útil es llevar buena provisión de billetes pequeños, tanto euros como dólares, éstos últimos especialmente en billetes de 1 y 5 para pequeñas propinas y sobornos, cuyo importe parece mayor al entregar varios billetes de igual longitud que los grandes (en la moneda americana todos los billetes son de igual medida para desespero de las personas invidentes ...)

4- Equipaje:

Lo que uno puede llevarse consigo sobre una moto es por necesidad limitado cuanto a volumen y peso. La primera gran pregunta es si se lleva material de acampada o no, ya que ello implica más de media maleta dedicada a ello, y si además se quiere llevar útiles no sólo para dormir, sino también para cocinar, entonces el tema se complica. En mi caso me autoimpongo siempre la prioridad de dormir acampando allí donde se pueda, y no sólo es por necesidades económicas, que sí, sino también porque dormir a un metro de la moto, comer usando sus maletas de mesa y silla, toquetearla y arreglar pequeños desperfectos, en definitiva compartir con ella la pernocta, es aquello que a mi me gusta definir como el ”quid pro quo” o simbiosis del motero con su compañera la moto, es decir, que ella me cuida a mi y yo la cuido a ella .... Para un viaje así por países civilizados aunque lejanos y carreteras generalmente asfaltadas aunque en mal estado, no es en absoluto preferente para mi llevar material y útiles de cocina, aunque si llevar conmigo algo de comida que me pueda ayudar a complementar los diversos ágapes que hago a menudo en chiringuitos callejeros de comida rápida que son económicos y no implican la pérdida de demasiado tiempo. La filosofía es siempre la misma: dormir y comer bien ya lo hago en mi casa, y en el viaje la prioridad es llenar cada día el depósito de carburante para la moto y tener más tiempo para ver más cosas.

Otro principio que aplico al equipaje es intentar que la moto no parezca un árbol de navidad con múltiples cosas colgando de ella, a la vista, expuestas a la lluvia y a la codicia ajena. Todo debe de quedar tan cerrado y discreto como sea posible. A pesar de ello, la verdad es que en un viaje en que se ha circulado a 46 grados centígrados y se han visitado innumerables ciudades, al final en bastantes ocasiones la chaqueta, los pantalones y hasta las botas de la moto han pasado muchas horas colgando de las maletas laterales ...

Hay que decir que la gestión del equipaje y los accesorios para llevar aceite extra, gasolina extra, herramientas extra, dos neumáticos de recambio, y comida diversa, también me ocupó varios meses fabricándome utensilios diversos de transporte (cajas, bolsas, etc.) como se puede observar en muchas de las fotografías.



E- La moto:

La escogida para éste viaje es “La Pantera Negra” mi compañera habitual desde hace un año (con algunas modificaciones que se le han añadido sobretodo a efectos de garantizar una todavía mayor capacidad de carga como ahora decía), y cuyas cualidades ya me ha demostrado en el tiempo que llevamos juntos.



Se trata de una BMW R1200 GS ADVENTURE que ha justificado con creces el porqué de su nombre. Su capacidad de depósito de 33 l. ha sido fundamental para circular de manera muy tranquila por países en los que en algunas ocasiones no había ciudades en muchos kilómetros, o bien en otras yo no tenía moneda local con la que llenar el depósito. Sus suspensiones más off road que el modelo estándar fueron muy útiles también en Georgia cuando lo que había de ser una carretera comarcal, y luego también una de nacional desaparecieron por arte de magia y con la moto muy cargada hubo que recorrer más de 100 kms de pistas de alta montaña. El asiento más mullido de la adventure, y la gran cúpula y deflectores, tienen una utilidad para estos viajes absolutamente imprescindible para mi. El hecho de tener la transmisión por cardán y no por cadena (que hay que engrasar periódicamente) es definitivo cuanto a comodidad para un viaje así de largo.


Y como accesorios de utilidad destacable, aparte de las defensas que han protegido a los cilindros en los 5 percances que la moto ha tenido por mi culpa, también la bombilla extra de xenón que me ha dado una visión aceptable incluso en circunstancias climatológicamente adversas.

Como he comentado antes, los neumáticos METZELER TOURANCE que me fueron suministrados por METZELER y por PNEUMATICS GUZMAN se revelaron una vez más como perfectos para este tipo de viajes con miles de kilómetros de autopista de ida y vuelta, muchas carreteras nacionales y comarcales algunas en muy mal estado, e incluso pistas de alta montaña, y muchos tramos en obras con gravilla, barro y arena (especialmente en Turquía). La duración además se ha revelado extraordinaria, y fueron sustituidos a los 15.000 kms, pero sin excesivas exigencias a la hora de curvear podrían haber aguantado creo yo unos 3 o 4.000 kms más en caso de emergencia.

Éste era su estado al ser sustituidos:

viernes, 19 de septiembre de 2008

II - Diario de Viaje 1: Turquía Norte



.
DIA 1: “La Megatirada”. Salida Gasolinera Sant Joan de Vilatorrada - ZAGREB (CROACIA). 1.600 KMS.




Momento exacto de la salida encarando la rampa del garaje:




Que si, que es una barbaridad, ya lo se. Pero quería autodemostrarme que es posible y realmente lo es. Máxime cuando tenía que salir a las 4 de la mañana y por no tener más tiempo material con los preparativos me quedé dormido y la salida fue a las 6.10 de la gasolinera. Poca historia tiene atravesar Francia, Italia, y Eslovenia casi todo por autopista para los que ya lo hemos hecho en otras ocasiones, tal vez solo destacar el momento de la puesta de sol que me pilló en las preciosas carreteras locales de Eslovenia como aquí se puede ver.







La novedad desde la última vez, es que en Eslovenia ya no hay frontera física, y que ya el euro es la moneda local (y no el Tolar). Además unos carteles anunciaban la obligatoriedad a partir del día 1 de julio de la tasa única anual de autopistas (17 euros).

Después, ya de noche, llegué hasta Zagreb y acampé en el Camping Pitvlice junto a la moto.

Saliendo más temprano como estaba previsto, o en un día que has descansado antes o vas a poder descansar después, veo perfectamente asumible el reto de hacer 2.000 kms en menos de 24 horas, reto que dejo para otra ocasión....

La nota negativa de la jornada fue comprobar, ya de noche, que circulando tantas horas entre 34 y 37 grados de temperatura, los gases del escape chocando con los neumáticos de recambio habían fundido diversas cosas de plástico en la maleta izquierda debido a las elevadas temperaturas que se acumularon dentro (linterna, esterilla, etc).

Además, el GPS viejo Garmin E-Map que llevo de refuerzo para la PDA, resulta que no “adquiere satélites”. Lo desconecto y a la maleta que va, pues con la PDA me basta de momento. La moto duerme al lado de la tienda.


DIA 2: “Hacia el Este”. Zagreb - (Belgrado (Serbia)) -SOFIA (BULGARIA). 800 kms.




Debido a que se jugaba la final de la Europa de fútbol, a descansar de la paliza del día anterior, a que ya conocía Sofía de otra ocasión, y a que quería entrar en mi primer país desconocido (Turquía) ya de día, esta jornada era corta y fácil y acabó en Sofía sin ningún tipo de contratiempo, donde además tenía la única reserva en un hostal hecha dos días antes para asegurar el tiro. Una vez más la complicación en Bulgaria siempre es leer el alfabeto cirílico, pero también es algo divertido en lo que mantenerse ocupado.

Este cartel ha sido uno de los culpables de haber emprendido éste viaje. Lo vi al entrar en Bulgaria hace dos años cuando la excursión a los Balcanes, y me quedé con las ganas, ya que en esos momentos yo todavía no había podido visitar ni Atenas ni Estambul y ambas me apetecían mucho.




La Pantera Negra quería visitar la catedral de Alexander Nevski como hizo su antecesora “La Cucafera”, y la Iglesia ortodoxa de San Nicolás.






Llegada al Hostal (Internet Hostel - 9 leros) y la moto aparcada en una plaza próxima. Salida con un muchacho francés a ver la final de la Eurocopa que luego compartimos con un brasileño y dos españoles.

“Nas darobia”




Juerga y algarabía por las calles de Sofía.




DIA 3: “Por fin Constantinopla”. Sofía - ESTAMBUL (TURQUIA): 600 kms.



Se pueden seguir las carreteras búlgaras del Este sin demasiada dificultad para llegar con cierta emoción a la frontera turca.

Un consejo para todas las fronteras turcas: dejad el vehículo encarrilado ya en alguna de las colas y dirigíos a la “Vezne” (caja) a comprar el sello del visado (10 euros), así cuando os toque el turno en la garita de control os lo sellarán directamente.

Frontera Turca. Justo al llegar ya encuentras la primera mezquita de diseño claramente turco.




Entré en Estambul al mediodía y con ello pude convertir en realidad una de mis eternas ilusiones al poder conocer una ciudad fusión de culturas, a caballo de Oriente y Occidente, que ha sido capital de tres imperios diferentes como sus nombres delatan (Constantinopla, Bizancio y Estambul).

Otro consejo para toda Turquía: en las ciudades no os matéis a buscar ningún indicador de Centrum, Zentrum, Centre o un punto negro, pues, con pocas excepciones en las zonas más turísticas, los indicadores de centro ciudad rezan “Sehir Merkezi”. Me costó dos días y muchas vueltas averiguarlo ...

El Skyline de Estambul está infestado de preciosos minaretes de mezquitas que apuntan hacia el cielo, por lo que encontrar visualmente dos mezquitas de lado no significa forzosamente haber encontrado la dirección correcta hacia la plaza de la Mezquita Azul y Santa Sofía. Además, las calles de dirección única te pueden llevar sin querer a atravesar el Bósforo dirección al barrio de Galatasaray, nada que no pueda solucionarse con un poco de paciencia entre el tráfico intenso de Estambul.

Aparqué frente al puente de Gálata donde los pescadores ya empezaban a proliferar (por la tarde se multiplicaron), e hice mi primer cambio de moneda a liras turcas en una oficina de exchange.

Aquí el Puente de Gálata en el “Cuerno de Oro”, con la mezquita Yeni Camii al fondo entre otras.




Luego me dirigí a la explanada de las mezquitas, aquí la Mezquita Azul (Sultan Ahmed Camii)




Lo primero que aprende un motero en verano en un país árabe es que al lado de una mezquita siempre hay unos lavaderos para asearse muy dignamente. Esta información me vendrá muy bien en días futuros ...





¿Alguien ha visto un capullo?




Santa Sofia (Hagia Sophia Camii) sede del patriarca de Constantinopla.




Busqué y encontré sitio en un hostal céntrico (Cordial House - 8 leros), aunque la moto besó el suelo por primera vez sin consecuencias delante del hostal, al intentar girar en bajada, curva y con adoquines. Llegada triunfal pues ... jajaja.




Después de la duchita y vestido de calle ya me acerqué al Gran Bazar, realmente grande y curioso, muy bien organizado todo.

Puerta Kapalicarsi




Espectacular colorido, ¿no?








El trasero de las famosas a mano.




En realidad en todos los bazares de Turquía los tejanos se anuncian así.




Callejeando por Estambul toda la tarde volví al puente del Gálata como hacen todos al final del día, y regresé también más tarde a la extraordinaria Mezquita Azul, y de camino me regalé mi primera comida turca


La afición a la pipa de agua:



Mezquita de Nurosmaniyé Camii






El Puente del Gálata, ahora desde el lado europeo:




Se estila mucho en los paises islámicos comer mazorcas de maíz tostadas




Mires a donde mires en Estambul siempre despunta una mezquita.



Hora de reponer fuerzas cómodamente sentado. El Chai (Té) de bienvenida, no falta en ninguna ocasión en cualquier parada que hagas en países del Islam.




Se le hace la boca agua




Restaurante familiar en el que la abuela amasa el pan en público.




De camino al hostal, una nueva visita a la Mezquita Azul ya con menos turistas.




Antes de dormir lavé un poco de ropa que ya empezaba a dejarse notar. La moto durmió frente al hostal.


DIA 4: “Aciago Día”. Estambul - ANKARA - SAMSUN: 850 Kms.




Me levanté pronto y me dispuse con emoción a cruzar el Puente del Bósforo que separa Occidente de Oriente. Pero justo al abandonar propiamente Europa y llegar al otro lado los acontecimientos se suceden. En primer lugar resulta que hay un peaje pero no hay taquilla manual ni ningún encargado y se ha estropeado la única taquilla que funcionaba con tarjeta. Me salto el peaje con cierto canguelo. Suena la alarma. Me paro esperando inutilmente a ver si alguien me dice algo, y al final opto por seguir.
Al cabo de un rato me doy cuenta que la PDA se ha desconectado, la trasteo y lo que pasa en realidad es que se ha muerto y no se enciende con ninguna de las dos baterías ni con conexión directa. Esto si es un problema para mi, ya que para un viaje flash como éste dependo de los mapas calibrados de las grandes ciudades que hay que visitar en todo el viaje. Desesperado recuperé el GPS Garmin de la maleta y tras un “hard reset” y un poco de trasteo empezó a “adquirir satélites” y por suerte el amigo ya no me abandonó nunca más hasta el final del viaje.

Una curiosidad turca: Si soy extranjero aquí deberé de aparcar donde pone "Guiris", ¿no?. En realidad significa "entrada".




Al llegar a Ankara la prioridad era encontrar un servicio H.P. para reparar la PDA si era posible. Me dirigí a un centro comercial (un Caprabo igual que los nuestros) donde me dieron la dirección del servicio técnico, y con gran dolor de mi corazón tuve que alquilar un taxi para que me guiara hasta él al estar en un barrio apartado del centro. Todo fue inútil, acabé en 4 servicios técnicos diversos y ninguno fue capaz ni siquiera de trastear la PDA o intentar un reset. Me dirigí entonces a un centro comercial especializado a ver si me compraba otra PDA parecida, pero no había nada similar y menos a un precio asequible. Total: la PDA a la maleta y a partir de ahora y hasta el final a circular sin mapas calibrados. Creí sinceramente que esto significaba la imposibilidad de cumplir todas las previsiones de mi itinerario al tener que destinar varias horas a entrar o salir de las grandes ciudades para encontrar todo lo que hay que visitar (Teherán por ejemplo tiene 12 millones de habitantes ...).

Confuso todavía visité el Centro de Ankara, la capital de Turquía.

Aparqué en la plaza Kizylay (Kizylay Meidan y Kizilay Gubenpark), en el mismo centro de Ankara.






Luego me dirigí hacia el Anitkabir, el gran Memorial de Mustapha Kemal Ataturk (fundador de Turquía),

Mausoleo Ataturk










Y más tarde a la mezquita de Kocatepe.

Kocatepe Camii.




A media tarde, en vez de buscar un hotel y visto que la ciudad no tiene mucho más que ofrecer, decidí empezar a ganar tiempo a las previsiones y cogí carretera y manta hacia el Nordeste. Pero para rematar el día en la parada para vestirme de romano voy y pierdo el teléfono móvil como muchos kilómetros más allá pude comprobar aterrorizado. Como decía aquél: “una mala tarde la tiene cualquiera” ... pero el día entero éste es mejor olvidarlo...

Circulando bastantes kilómetros de noche llegué hasta SAMSUN, en la costa del Mar Negro, y encontré un hotel (Dila Hotel) donde descansar con la moto aparcada en la plaza de enfrente.

Al hacer recuento de mis pertenencias me percato con horror que el teléfono ha desaparecido ....



DIA 5: “Costeando en el Mar Negro”. Samsun - SUMELA - HOPA. 650 Kms.




Desayuno en el hotel y después mi prioridad absoluta era encontrar un cibercafé para comunicarme con los míos, advertir de la pérdida del teléfono y de paso que bloquearan la línea. Con sólo eso en la cabeza y confiando en mi orientación en una ciudad pequeña y costera, salí del hotel sin el equipaje ni el GPS. ¡¡ Craso error de principiante !! Efectivamente encontré un ciber, que a partir de ese momento seria mi única vía de comunicación hasta el final del viaje, y me di una buena vuelta por la ciudad hasta el puerto. Pero el problema fue intentar volver hasta el hotel de nuevo a buscar los bártulos. Las calles que tomé de noche para llegar al hotel ahora de día parecían diferentes; no lograba dar con la esquina adecuada y todos los cruces del largo paseo marítimo me parecían iguales. Encima no me acordaba exactamente del nombre del hotel y nadie me sabía dar las señas para encontrarlo. ¡Un desastre! Es de pardillo no coger al menos la tarjeta del hotel. Yo recordaba que había una parada de taxis enfrente, lo cual en mi ciudad hubiera bastado, pero resulta que en Samsun debe de haber como 10 u 11 paradas de taxis diferentes .... Al final aparqué la moto, apunté la dirección exacta donde la dejaba, y empecé a buscar el hotel a pie preguntando a los taxistas y en los hoteles de más estrellas que pudieran hablar inglés. Costó una hora, lo juro, pero acabé encontrando el hotel, supe volver a por la moto donde la dejé, y pude recoger el equipaje después de una nueva ducha con tantos nervios. Moraleja: hay que mantener la cabeza fría, respetar el protocolo y no dejarse llevar por las prisas. Lección aprendida espero.


Monumento a no se qué tripulación heroica ...



La Pantera Negra me ha llevado hasta el Mar Negro:



Salgo finalmente de Samsum y costeando el Mar Negro me dirijo hacia Ordú, de la cual las guías turísticas aconsejan la visita.

Llego a Ordú buscando su famosa basílica, y ésta al final resulta ser una iglesia de valor artístico o arquitectónico escaso a mi modo de ver.
Callejeo por el pueblo y por la playa, pero cuando pregunto en su todavía no inaugurada Oficina de Turismo, me confiesan que en el mar no se baña nadie porque el agua del Mar Negro aquí está bastante sucia.
No es una sorpresa para mi, la primera vez que me bañé en el Mar Negro fue en Constanza (Rumanía), y desespera ver que la poca gracia que tienen los rumanos para hacer atractiva una costa es compartida por todos los vecinos de mar, ya sea los búlgaros, los turcos, los georgianos, los ucranianos y supongo igual los rusos.
Y en el Mar Caspio pasa exactamente lo mismo. El problema suele ser que las grandes ciudades vierten sus aguas residuales al mar sin control ninguno, y sus playas lógicamente se resienten. Ello pasa a veces en nuestro mismo Mar Mediterráneo (véase experiencia en Beirut (Líbano) unas semanas más adelante ...)

Ordu:



Ordu Camii



Basílica de Ordú (Ordu klise)



Osmanpasha Sadirbany



No obstante hay que decir que en otros puntos de la costa, entre ciudades, si que había zonas de baño y multitud de bañistas aprovechando para mitigar el calor.

Kavakli Rahman, en Akçaabat.



Llegué a Trabzon, ciudad que tiene relativamente cerca el Monasterio de Sumela, emplazado espectacularmente en las rocas de una montaña.

Después de adentrarme en un valle por una divertida carretera, se llega a pies del Monasterio, pero hay que subir a pie por un caminillo

Raíces centenarias en la ascensión



La Pantera ha llegado a Sumela



El emplazamiento es espectacular.




Al volver a Trabzon ya estaba oscureciendo y al no encontrar ningún hotel económico decidí ir tirando en dirección a la frontera georgiana. Llegando a Hopa varios camiones aparcados delataban que allí sí había hoteles asequibles como efectivamente sucedió. Enseguida pude comprobar que a esa altura de Turquía el inglés ya no servía de nada y la segunda lengua era claramente el ruso. Me alojé en un hotel grande pero ya un poco viejo, el Papila Hotel I. La moto durmió en la puerta del hotel.